viernes, 10 de junio de 2011

El primer muñogalindés

¿Quiénes fueron esas primeras personas que llegaron a Muñogalindo para fundar el pueblo que hoy conocemos? Por no saber no se sabe si era una familia, varias o ninguna, así que sus nombres menos aún. Es de suponer que uno de ellos se llamaba Muño Galindo, pero aún ni eso sabemos con seguridad. 

Es una época difícil, de guerras, hambrunas y enfermedades, que en parte, intentaron lidiar con el reparto de tierras a todos esos colonos que iban llegando del norte y que se asentaban en las nuevos territorios reconquistados. Precisamente por ello, la documentación de la época es prácticamente inexistente, estando los abulenses de la época más ocupados en salir adelante en sus nuevos lugares que en pleitear, escribir cartas o generar algún tipo de documentación que hoy en día nos sería utilísima. Por eso, no sabemos el nombre de ningún muñogalindés de esta época.

Pero ¿Cuándo es la primera vez que aparecen nombres y/o apellidos de personas de Muñogalindo? Aunque hay documentación del pueblo desde 1250, no será hasta el siglo XIV cuando aparezcan los primeros nombres personales asociados a Muñogalindo. Dos documentos serán los principales, aunque sólo en uno se nos informa de la existencia de un muñogalindés sin lugar a dudas. Comencemos por esta última. Se trata de una carta de alquiler del año 1388 conservada en al Archivo Diocesano de Ávila. Al final de la misma, como testigo de esta transacción, aparece un tal Gonzalo Blasco o Blanco, de Munno Galindo, fijo de Toribio Perez. Es la primera vez que se habla de un vecino de Muñogalindo, y aunque su padre, Toribio Pérez, con toda probabilidad también lo era, no podemos estar seguros. Aunque parezca raro, el hecho de que padre e hijo tengan apellidos diferentes no era inusual en esta época.

El otro documento mencionado más arriba es el Becerro de Visitaciones de la Catedral de Ávila. Se trata de un códice de hacia 1303 que consigna todas las posesiones de la Catedral en la provincia. En la página referente a Muñogalindo, aparecen sus tierras y todos los linderos de alrededor. Aunque es un documento más antiguo, lo he colocado después porque no nos dice si estos nombres son de muñogalindeses o no, aunque muchos son de suponer. ¿Cuáles son los nombres de estos supuestos habitantes de Muñogalindo del siglo XIV?:

  - Muño Blázquez
  - Juan Gómez
  - Juan Pérez
  - Sancho Blasco
  - Gonzalo Gómez
  - Santos Fortún
  - Azamor (posiblemente un mote o apellido)

Aparte de estos, aparecen otros nombres como doña Juana o don Alián. El que llevasen el don delante significa que eran personas de cierta importancia social y económica, por lo que es poco probable que residiesen en Muñogalindo. Poseerían tierras ahí pero su residencia estaría en otro lugar, posiblemente Ávila. Es por eso que no se puede asegurar con rotundiad que los nombres de más arriba sean de muñogalindeses, ya que pueden ser habitantes de otros pueblos con tierras en Muñogalindo. Un ejemplo claro de esto es un propietario que es descrito como el "moro de Muñez", vecino de ese pueblo pero con una tierra de labor en Muñogalindo. Sin embargo, es probable que los escritos más arriba sí fuesen vecinos del pueblo.

Posteriormente, aunque la documentación no es muy abundante, ya nos van dando más nombres hasta llegar al año 1585, cuando comienzan los libros parroquiales, donde aparecerán todos los nacidos, casados y enterrados en Muñogalindo desde entonces hasta la actualidad, pudiendo hacer incluso un seguimiento a algunas familias o apellidos a lo largo de los siglos, y donde tenemos "fichados" a la inmensa mayoría de los habitantes que tuvo Muñogalindo.

jueves, 2 de junio de 2011

El complicado origen de Salobralejo

Salobralejo es un pequeño pueblo distante de Muñogalindo 1,5 km. Desde que existe documentación sobre él, ha sido anejo a este, por lo que la historia de ambos ha estado muy ligada a lo largo de los siglos.

Situación y distancia de Muñogalindo y Salobralejo

Precisamente el hecho de ser anejo ha provocado un gran vacío de información. Muchos datos que son de Salobralejo vienen reflejados en la documentación como de Muñogalindo, por lo que a veces es complicado discernir cuál pertenece a cuál. Aunque sí hay algunos datos interesantes sobre este núcleo, hoy me centraré sólo en sus orígenes.

Para entender lo que vendrá más abajo, es pertinente decir que tras la reconquista de esta zona de Castilla hacia 1085, se comenzó una repoblación de gentes venidas del norte de España que presumiblemente dieron origen a la mayoría de los pueblos del Valle Amblés. Posteriormente, unos cien o ciento cincuenta años después, algunos habitantes de esos primitivos núcleos de población crean nuevos pueblos cercanos al de origen, para de esta manera aprovechar las tierras de cultivo que estaban más alejadas.

Ahora la pregunta: ¿Salobralejo es producto de esa primera etapa de repoblación o de la segunda? Es aquí donde vienen los problemas. No hay documentación que se conserve de esta primera época (siglos XI-XII), por lo que es necesario utilizar la poca que existe de siglos posteriores (sigos XIII-XIV). Pero ¿Qué aparece ahí para hacer dudar del origen de Salobralejo? Vayamos por partes.

La historia medieval de Ávila fue estudiada formidablemente por Ángel Barrios García. En su tesis doctoral y en otros artículos de libros y revistas, analiza y aclara toda la repoblación de la provincia. Es él el primero que establece como fecha de origen de Salobralejo finales del siglo XIII o principios del XIV atendiendo a lo comentado en el tercer párrafo de este post (es decir, cuando se crean nuevos pueblos). Sin embargo, una lectura detenida de algunas fuentes puede contradecir esta afirmación.

Los documentos a los que me refiero son dos: por un lado el diezmario del cardenal Gil Torres y por otro el Becerro de Visitaciones de la Catedral de Ávila. El primero se trata de un documento excepcional. En él se especifican los diezmos que los pueblos del obispado de Ávila pagaban a la Catedral en el año 1250. El segundo documento son aquellas posesiones que pertenecen también a la Catedral de Ávila a principios del siglo XIV.

Empecemos por este último para entender luego el primero. En él se especifican las tierras, prados y casas que poseía la Catedral en Muñogalindo hacia 1303, describiendo las obradas, la situación y los linderos de todas ellas. Una de esas tierras está "tras las casas de Salobral" y otra está por "la carrera (la carretera) de Salobral".
Carrera de Salobral

Tras las casas de Salobral




   
¿Qué es y dónde está este Salobral? En un primer momento se podría pensar en el actual pueblo de Salobral, pero ¿Es factible que Muñogalindo tuviese tierras tras las casas de un pueblo situado a más de 7 km. en línea recta? Además, los pueblos de Padiernos, Aldealabad y Niharra ya existían, por lo que sus términos se debían interponer entre los de ambos.


Distancia entre Muñogalindo y Salobral en línea recta

Todo se solucionaría con el hecho de que el actual Salobral no existiese en esa época y por lo tanto sólo estuviésemos hablando de Salobralejo, pero como las cosas nunca son tan fáciles, resulta que sí existía, apareciendo, además, en el mismo documento. Es por ello que todo se complica y es difícil establecer de qué Salobral estamos hablando. Sin embargo, sigo creyendo que en una descripción de bienes en Muñogalindo, no tienen por qué aparecer tierras del término de otro pueblo, máxime cuando podrían haberlas descrito en ese pueblo o en otro más cercano, por lo que quizá estemos hablando de dos localidades con el mismo nombre, algo nada raro en la época en la propia provincia de Ávila (por ejemplo había dos Aldea del Abat o Aldealabad).

Por lo tanto, y como mera hipótesis, si aceptamos la teoría (creo que nada descabellada) de que ese Salobral del que habla el documento es el actual Salobralejo, surge otra duda: ¿Bajo el nombre de Salobral aparece en otros documentos más antiguos? La respuesta es sí, por ejemplo en el segundo documento comentado más arriba. Su fecha es de 1250 y en él, en el cabildo del Valle Amblés, aparece un pueblo llamado Salobral, pagando cuatro moravetinos como diezmo a la Catedral de Ávila.

Habrá quien vea en ese pueblo el actual Salobral, pero teniendo en cuenta lo dicho más arriba, quién sabe si realmente estemos ante Salobralejo. Si así fuese habría que retrasar la fecha de origen de Salobralejo unos cincuenta o cien años mínimo, incluso pudiendo especular con la posibilidad de que apareciese a la misma vez que Muñogalindo. Sin embargo, ante la falta de más documentación, es imposible decantarse por ninguna posibilidad, pero aquí dejo los datos para que cada cual crea lo que estime oportuno.